El tranquilizaconciencias y la procastrinación.

Al igual que en un barco, en una empresa o en la vida, no mover el timón significa seguir en el mismo rumbo.

Muchas veces las circunstancias nos desvían de nuestros objetivos. Tenemos definidos unos protocolos, para completar unos procesos y alcanzar nuestros objetivos. No, no, no estoy hablando de grandes corporaciones multinacionales, hablo del comportamiento de todos y cada uno de nosotros. Vamos a poner un ejemplo ilustrativo, objetivo: tener unos dientes blancos. proceso: limpieza tras cada comida de los dientes, protocolo: cojo la pasta de dientes y el cepillo, paso el cepillo por el grifo para humedecerlo, froto con intensidad durante 45 segundos, me enjuago y ¡listo!…

Pero, ¿qué sucede cuando los dientes no están todo lo blancos que queremos?… debería ir al dentista, o cambiar de pasta, o frotar mas tiempo o…. total, me lo pienso y si hay que hacer algo, ya lo haré… querido amigo, te presento al «tranquilizaconciencias«, esta decisión paradójica de hacer algo, sin hacer nada, te autocomplace, porque ya has tomado una decisión, pero te perjudica, porque no has actuado. El pensamiento sin acción no tiene efecto sobre el resultado, y si nuestra decisión es pensar, en lugar de modificar nuestra conducta, de optar por alguna de las alternativas ofrecidas, de ir al dentista en definitiva, lo más probable sea que ahondemos en el problema, que nuestros dientes sigan sin el blanco deseado.

Hasta Einstein decía que esperar resultados distintos de una misma acción no era muy inteligente, y yo no voy a discutir con Einstein.

Por tanto, toma conciencia, decidir no hacer nada debe ser una decisión. Puede ser una opción válida en determinados momentos, no la descartes, pero toma esa decisión de forma premeditada, no engañado por un tranquilizaconciencias. Si decides no hacer nada, que sea porque has redefinido tu objetivo, porque ya no quieres los blancos dientes de estrella de Hollywood, te basta con los tuyos.

Otra cosa muy distinta es «voy a pensar qué hacer», eso es una procastrinación, término que significa posponer algo en el tiempo que debe ser realizado. Si debes tomar ese camino porque no es adecuado afrontar tu problema en ese momento, de acuerdo, no pierdas el avión por llamar a tu dentista y pedir hora, pero no te olvides de que está pendiente y se tiene que resolver!!

Para eso sirve un coach, para acompañarte en el proceso de mejora, ayudarte a definir tu objetivo, a pensar tus opciones y a seguirte para que no decaigas en el camino ni te dejes engatusar por los tranquilizaconciencias… ¿quieres un resultado distinto? entonces cambia tus acciones, decide qué hacer!